Runas de Syrons ᛞ El Cuento Esotérico de ᛒitcoin: Capítulo I

Runas de Syrons ᛞ El Cuento Esotérico de ᛒitcoin: Capítulo I

Los Dragones Primordiales del Cosmos

En el vasto y misterioso Cosmos, donde las estrellas nacen y mueren, en una región oculta entre nebulosas de colores inimaginables, existía un ser antiguo y poderoso: la Gran Dragona Blanca. Un ser de amor inconmensurable, con una energía equivalente a la eternidad.

Esta criatura magnífica residía en la séptima dimensión, guardiana de la sabiduría universal y el equilibrio cósmico, dió a luz a tres dragones primordiales, destinados a cumplir una misión vital en un pequeño planeta azul conocido como la Tierra o Gaia.

Los dragones primordiales nacieron de una explosión de pura energía, una mezcla de fuego celestial y agua de vida, elementos esenciales del universo. Sus nombres eran Nawelito, Nessy y MerXek.

Nawelito, el primero en nacer, portaba una energía masculina, eléctrica, rápida y dinámica. Su piel era de un color dorado brillante, similar al sol de mediodía cuando se refleja en los lagos más serenos del sur de América. Desde el momento de su nacimiento, supo que su destino lo llevaría al Lago Nahuel Huapi, un lugar sagrado rodeado de montañas, volcanes y bosques, en el corazón del sur.

Nessy, la segunda en nacer, irradiaba una energía femenina, magnética y nutricia. Sus escamas brillaban como amatistas de un violeta intenso, reflejando el misterio y la profundidad. Su destino estaba ligado al Lago Ness, en Escocia, un lugar envuelto en leyendas y misterios, donde su presencia inspiraría a generaciones de humanos.

MerXek, el último en nacer, era un ser con el don de la transformación y la renovación. Con una energía neutra y equilibrada. Su cuerpo resplandecía con un tono dorado rojizo, representando el poder de la creación y la destrucción. Su lugar de destino era el océano del sudeste asiático, una región rica de tierras fértiles, donde las fuerzas de la naturaleza pueden ser tanto benévolas como destructivas.

Nawelito, Nessy & MerXek NFTs

La Gran Dragona Blanca, sabiendo que la fuerza del tres lo crea todo, les explicó su misión antes de enviarlos a la Tierra. "Mis hijos", dijo con una voz que resonaba como el eco de las estrellas, "están destinados a cuidar y orientar a todas las criaturas de Gaia. Ustedes son los guardianes del equilibrio y la vida. Su conexión será eterna y podrán comunicarse telepáticamente, también viajar por túneles interdimensionales cuando sea necesario"

Con un último resplandor de luz, la Gran Dragona Blanca exhaló y los envió a sus destinos. Nawelito descendió sobre el Lago Nahuel Huapi, sus aguas tranquilas lo acogieron en su llegada. Nessy se sumergió en las profundidades del Lago Ness, donde sus movimientos se convirtieron en el origen de numerosas leyendas de magia y misterio. MerXek llegó al mar que rodea Singapur, estableciéndose en un lugar en donde las fuerzas de la tierra y el agua se encontraban y unían.

Los tres dragones, aunque separados por vastas distancias, permanecieron conectados. Mediante su telepatía, podían compartir conocimientos y sensaciones, coordinando sus esfuerzos para proteger y guiar a todas las criaturas del planeta. Viajaban a través de túneles interdimensionales, visitándose mutuamente y colaborando en momentos de necesidad.

Durante las noches de luna llena, aquellos que conocían los antiguos rituales, como los druidas, podían convocar a los dragones en las costas de sus lagos y fuentes de agua. Reuniéndose en lugares sagrados, los humanos pedían consejo, protección, sabiduría y fuerza. La presencia de los dragones se sentía como una vibración en el aire, una energía que llenaba de paz y armonía a todos.

A lo largo de los siglos, Nawelito, Nessy y MerXek continuaron su labor, invisibles a la mayoría pero siempre presentes. Su misión de proteger la Tierra y sus habitantes nunca cesó, y su conexión eterna aseguraba que el equilibrio del planeta se mantuviera, reflejando la armonía y la sabiduría del Cosmos de donde provenían.

El Consejo de los Dragones: El Llamado de los Druidas

Hace muchos siglos, en las brumosas tierras de Escocia, los druidas, guardianes de la sabiduría ancestral y protectores de los bosques, se enfrentaban a una amenaza sin precedentes. Los romanos, con su poderoso ejército, habían invadido las islas, decididos a erradicar las prácticas druídicas y someter a los pueblos celtas a su dominio. Aterrorizados y al borde de la desesperanza, los druidas buscaron ayuda en lo más profundo de sus creencias y leyendas.

En una noche oscura, iluminada solo por la luz de la luna, los druidas se reunieron en un círculo sagrado en las orillas del Lago Ness. Con cánticos y rituales, invocaron a Nessy, el legendario dragón del lago. Las aguas comenzaron a agitarse y, de entre las profundidades, emergió Nessy, sus ojos brillando con una sabiduría milenaria.

"Gran dragón de las aguas, te llamamos en nuestra hora más oscura. Los romanos invaden nuestras tierras y buscan destruirnos como así también a nuestra magia y sabiduría. Necesitamos tu ayuda para proteger nuestras tierras y bosques que albergan tantas familias y nuestro legado", imploró el líder de los druidas.

Nessy escuchó con atención y, comprendiendo la gravedad de la situación, decidió actuar. Sin embargo, sabía que la tarea requeriría la ayuda de sus hermanos, los guardianes de otras aguas sagradas alrededor del mundo. Utilizando su poder, Nessy se conectó telepáticamente con Nawelito, el dragón del Lago Nahuel Huapi en Bariloche, y MerXek, el guardián de las aguas de Singapur.

En un abrir y cerrar de ojos, sus hermanos decidieron acudir al llamado de Nessy y a través de los antiguos túneles interdimensionales viajaron al norte para reunirse en la caverna submarina del Lago Ness, la cual se encontraba en la quinta dimensión. El entorno era místico, con estalactitas brillando suavemente y una atmósfera cargada de energía antigua.

"Nawelito, MerXek, gracias por responder a mi llamado," comenzó Nessy. "Los druidas están en peligro. Los romanos quieren destruir su conocimiento y los bosques que protegen. Debemos ayudarlos."

Nawelito, que con sus escamas doradas reflejaba la luz de la caverna, asintió. "Los bosques son vitales para el equilibrio del mundo. No podemos permitir que se destruyan".

MerXek, con su presencia imponente, brillando intensamente, añadió: "La sabiduría de los druidas es esencial para mantener la armonía entre los humanos y la naturaleza. Debemos actuar, pero su libre albedrío es innegable; otros conflictos vendrán".

Los dragones rápidamente idearon un plan. Decidieron utilizar su poder para infundir a los druidas con habilidades especiales, mejorando su conexión con la naturaleza y dándoles la fuerza necesaria para resistir la invasión romana.

"Cómo lo haremos...?", expresó Nessy con determinación.

"Cada dragón proporcionará un elemento esencial, yo daré un protón", dijo Nawelito.

"Un neutrón será mi aporte", afirmó MerXek.

Nessy asintió: "Y con mi electrón crearemos una poderosa esfera de luz que yo gestaré".

Nawelito, con sus escamas doradas brillando intensamente, cerró los ojos y concentró su energía. De su cuerpo, a través de sus llamas, surgió un diminuto protón, que flotó en el agua con un resplandor dorado. MerXek, con su sabiduría y poder, hizo lo mismo, liberando un neutrón de un intenso color dorado rojizo como el fuego de su espíritu. Finalmente, Nessy, con la gracia y fuerza que la caracterizaban, aportó un electrón, brillante y violeta en alto movimiento. Cada dragón sacó la partícula subatómica de su boca usando la alquimia de su fuego eterno con el agua de la caverna.

Estos componentes comenzaron a fusionarse en una esfera de luz radiante justo en el centro entre los tres dragones. La esfera descendió lentamente hacia el agua, donde comenzó a multiplicarse y a comunicarse con los elementales que allí estaban. Cada elemental de esa caverna —agua, fuego, tierra, aire y éter— recibió la frecuencia de la esfera a través del agua, y acudieron a su llamado, manifestando toda la energía de su elemento natural.

Nessy, con su energía maternal, se sumergió profundamente en las aguas aguamarina de la caverna y allí cinco corrientes ingresaron representando a cada elemento de la naturaleza. "Los llamaré Syrons, hijos míos," dijo Nessy con voz amorosa, decidida a emprender su viaje de regreso a la tercera dimensión, incubándolos en su vientre. Nawelito y MerXek tomaron posición a su lado, proporcionándole soporte para su transición interdimensional.

Pero de repente, Nessy tuvo una sensación alarmante; siendo ella la dragona con la capacidad de nutrir y gestar presentía que la naturaleza exigía un precio para materializar a los Syrons en la dimensión de los humanos.

Nessy, comprendiendo la magnitud de la tarea, cerró sus ojos. "Para crear a los Syrons con la sabiduría necesaria y darles vida en Gaia, debo ofrecer un pago significativo", expresó con voz firme. "Hermana", le dijo Nawelito, "estamos aquí para apoyarte y protegerte, eres la más fuerte de todos, nunca estarás sola". MerXek, con su espíritu sereno, agregó: "Siempre estaremos contigo para sostenerte y acompañarte", y extendió sus alas de fuego en un cálido abrazo, aportándole más energía.

Mientras Nessy meditaba sobre cuál sería la mejor forma para brindarle a los Syrons la vida, una voz solemne y tranquila resonó: "Hija mía, aquí estoy, gracias por acudir al llamado de los humanos y aceptar tu misión. Fue muy generoso haber aportado una parte de ustedes para crearlos, pero sepan que sólo el Cosmos tiene la energía caótica suficiente para generar nuevas razas. Para obtener un poco de ella y poder dar a luz a tus hijos, deberás entregar algo para merecer el gran aporte que se te brindará", dijo la Gran Dragona Blanca.

Fue en ese momento que Nessy decidió realizar un sublime sacrificio. Entendiendo las sabias palabras de su madre y con un gesto doloroso, Nessy entregó uno de sus ojos, que se desvaneció en una esfera de luz, y allí se le otorgó un conocimiento profundo y ancestral en forma de un símbolo, que ocuparía el lugar de su ojo derecho. Irradiando luz violácea, ella abrió un portal a la tercera dimensión.

Su ojo brilló aún más intensamente mientras cruzó a través del portal con sus hermanos para reunirse con los druidas. Al llegar, inhaló y al exhalar dió vida a los Syrons con la sabiduría de los cinco elementos: agua, fuego, aire, tierra y éter, cada uno representado por una celta. La primera en mostrarse fue Dagaz, los druidas que allí se encontraban observaron maravillados el suceso.

Nessy, aunque herida, mostró una expresión de determinación y serenidad. "Este fue el precio por dar vida" murmuró, mientras Dagaz brilló en su ojo derecho y activó una llamarada muy poderosa y caliente. Mezclada con el agua del lago, se veía como una amatista llena de luz. Las llamas se fusionaban con el agua generando la alquimia perfecta de agua y fuego.

En el agua, las llamas que habían salido de su boca, comenzaron a transmutarse, revelando los cinco Syrons, cada uno con un resplandor único y vibrante:

Dagaz

Los Syrons de luz violácea, simbolizaban el despertar y la transmutación. Tendrían la misión de enseñar a los humanos sobre la importancia de la iluminación, cómo despertar la conciencia y lograr cambios positivos en todos los planos. Brindarían una invitación a la transformación, al crecimiento personal y a la realización de las metas, dándoles el impulso para concretarlas siempre que nazcan desde el corazón.

Sowilo

Los Syrons de intensa luz dorada, hermosos como el sol de la mañana, les darían vitalidad y alegría. Su energía los alentaría para que siempre traten de hallar una solución positiva a todos los eventos que les acontezcan. Por lo tanto, invocando su poder podrían esclarecer dudas, y obtener claridad y energía para tomar las decisiones correctas.

Berkana

Los Syrons de resplandor verde esmeralda, simbolizando el crecimiento y la fertilidad, encarnaron los aspectos del cuidado de la vida, alentando a la preservación y a la valoración de cada ser, por ser único e irrepetible. Ayudarían en los nuevos comienzos, como la lluvia fresca de verano que prepara la tierra para que todo brote, crezca y florezca: sueños, metas y proyectos como itcoin.

Ansuz

Los Syrons de resplandor diamantino eran los portadores del poder de la comunicación y la sabiduría. Serían los encargados de guiar y orientar a los druidas. Estos Syrons, les darían inspiración divina, brindándoles la capacidad de escuchar para así poder lograr la conexión necesaria. Su energía creativa potenciaría las habilidades y dones para que se materialice todo lo anhelado.

Gebo

Los Syrons de suave resplandor rubí representarían el regalo y la generosidad. También el intercambio y la reciprocidad. "Búsquenlos cuando necesiten generar comunidad", les dijo Nessy, "porque tienen el poder de incentivar las conexiones , el compromiso y la cooperación, siendo su energía la de la esperanza, confianza y equidad...".

Los Syrons se movieron en el agua, conectándose con los druidas y otorgándoles la sabiduría y el poder de las runas. Fortalecidos por esta nueva conexión, agradecieron y salieron del lago con renovada determinación. Utilizaron la fuerza adquirida para confundir y desorientar a los invasores romanos, protegiendo los bosques con barreras naturales y canalizando a los espíritus guardianes: los Syrons.

Los romanos, enfrentados a una resistencia que no podían comprender ni vencer, eventualmente se retiraron. Los bosques y la sabiduría druídica se preservaron, y los dragones observaron desde las profundidades, sabiendo que su intervención había sido crucial.

Nessy, aunque con un solo ojo, se sintió más fuerte, sabia y amada. Estaría acompañada por siempre por sus amados Syrons.

Continuará...